Gafas de Ciclismo de sol y graduadas

Existen varios elementos a tener en cuenta: el más conocido y el que suele preocupar más es el filtro de luz de la lente (de menor a mayor absorción de luz en función de la exposición al sol), pero también se han de considerar aspectos como los tratamientos de los cristales que evitarán deslumbramientos, reflejos, fatiga visual o adaptación a diferentes circunstancias medioambientales.

Te lo explicamos a continuación:

Los filtros de los cristales:

Seguramente te has preguntado a veces por qué las gafas de ciclismo tienen los cristales de varios colores (más transparentes, naranjas o más oscuros). Esto se debe a que existen diferentes grados de absorción de la luz, que se muestran en cuatro niveles de filtrado, del 0 al 4.

Las gafas polarizadas
la tecnología polarizada se extiende entre los cristales de las gafas deportivas. Su motivo es que reducen los reflejos de la luz que viene proyectada

de diferentes superficies, ofreciendo así una visión más nítida (tan importante al circular a cierta velocidad con tu bicicleta) y evitando la fatiga visual que tan presente se hace cuando haces una salida larga.

Gafas con cristales espejados
No se trata de una simple cuestión estética, ya que la funcionalidad de los cristales con un aspecto de espejo es reducir la proporción de luz que llega a tus ojos. Evita, por ejemplo, deslumbramientos incluso cuando las condiciones exteriores son de mucha

luz. Su tecnología se empezó a usar para deportes acuáticos o de montaña, pero cada vez es más habitual ver cómo se aplican en las gafas deportivas como las de ciclismo.

¿A quién no le ha pasado salir de casa con un cielo bien tapado y, al cabo de 30 minutos, descubrir que ha salido el sol en todo su esplendor para quedarse? Evidentemente, si has salido con unas gafas con un filtro mínimo para proteger a los ojos, sufrirás más de lo normal por culpa de los cambios metereológicos.