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“Se trata de una degeneración paulatina que comienza a manifestarse a partir de los 40 o 45 años y continúa evolucionando hasta que se estabiliza alrededor de los 65.
Al ser producto de la edad, todas las personas la experimentan en algún momento, aunque no se presenta repentinamente, sino de forma gradual.”
La vista cansada hace que los objetos cercanos no se perciban con nitidez. Por norma general, provoca que se vean borrosos aquellos elementos que están situados a menos de un metro de distancia. El motivo es que, con el paso de los años, el cristalino pierde elasticidad y se vuelve cada vez más rígido. Como consecuencia, disminuye su capacidad de acomodación y tiene dificultades para adaptarse y enfocar figuras que se encuentran a diferentes distancias.
Cuando el ojo es joven, el cristalino es muy flexible y cambia de forma para enfocar la luz sobre la retina. Al volverse más duro con la edad, no se ajusta de forma adecuada y la enfoca por detrás de la retina. Este es el motivo por el que las personas mayores ven borroso de cerca.
La única causa de la vista cansada es la edad, ya que el envejecimiento del ojo hace que el cristalino pierda capacidad de contracción. De hecho, la palabra presbicia procede del griego présbus (πρέσβῠς), que significa ‘anciano’.
No obstante, existen ciertos factores que, además del paso del tiempo, provocan la manifestación precoz de este defecto refractivo y se denomina presbicia prematura.
Existen algunas situaciones que pueden desencadenar presbicia prematura, que es aquella que se manifiesta antes de los 40 años, por ejemplo: tener hipermetropía, diabetes, esclerosis múltiple o problemas cardiovasculares. La predisposición genética es otro factor relevante en estos casos.
Cuando se alcanza cierta edad, los primeros indicios de presbicia son muy claros y fáciles de reconocer:
Los ópticos detectan la presbicia mediante un examen de los ojos en el que se realiza una evaluación de la refracción y una revisión general de la salud ocular.
Para confirmar que se tiene la vista cansada, se efectúa un test de presbicia que consiste en la lectura de un texto escrito en diferentes tamaños. A mayor edad, mayor dificultad para distinguir las letras pequeñas.
Al igual que el resto de errores refractivos, la presbicia se puede corregir con:
Cuando solo se presenta vista cansada, las gafas de corrección serán monofocales. No obstante, es muy común que las personas con presbicia tengan también otro error de refracción como la miopía o el astigmatismo. En estos casos, se deben tratar ambos al mismo tiempo utilizando el tipo de cristales más adecuado.
Permiten enfocar tanto de cerca como de lejos. Su principal característica es la media luna de la parte inferior, que sirve para ver de cerca y deja el resto del cristal para enfocar de lejos, aunque actualmente está en desuso.
Son una evolución de las anteriores y permiten enfocar también a media distancia, algo que no se puede hacer con las bifocales.
Perfectas para personas que pasan muchas horas frente al ordenador y tienen dificultades para enfocar a corta y media distancia.
A pesar de que la presbicia no se puede evitar, sí se puede prevenir y retrasar su aparición cuidando la salud visual a lo largo de toda la vida. Es recomendable acudir a revisiones periódicas, proteger los ojos del sol, llevar una alimentación saludable, realizar ejercicio todos los días, mantener los ojos hidratados, cuidar la higiene ocular y descansar el tiempo suficiente por las noches. perfectas para personas que pasan muchas horas frente al ordenador y tienen dificultades para enfocar a corta y media distancia.
*Imagen principal de iStock
