Efectos del sol en los ojos

La maravillosa sensación de recibir los rayos del sol en el rostro en cualquier época del año requiere un especial cuidado para no dañar los ojos, los órganos fotosensibles más importantes del cuerpo humano. Por este motivo es importante saber cuáles son los efectos del sol en los ojos, así como las consecuencias de un exceso de exposición o cómo protegerlos de los rayos UV.

La luz y el ojo humano

En el complejo funcionamiento del ojo humano la luz juega un papel fundamental, ya que es la responsable de que todas sus partes cumplan con su labor a la perfección para que podamos ver aquello que nos rodea. La capacidad de visión mejora cuando la luz que percibe es natural y no artificial.

La luz entra por la córnea que, gracias a su poder de refracción, la transforma para que pase a la pupila. El iris, al reducir o aumentar el tamaño de la pupila, ayuda a filtrar la cantidad de rayos que acceden al cristalino. Posteriormente, pasan al humor vítreo y, finalmente, a la retina, donde los rayos de luz se convierten en impulsos que el nervio óptico lleva hasta el cerebro por medio de más de un millón de fibras nerviosas.

Consecuencias de los rayos UV en los ojos

Dependiendo de la intensidad con la que la luz entra, y también del momento evolutivo en que se encuentran, los rayos UV en los ojos tienen diferentes implicaciones. 

  • La luz ayuda a que el ojo se desarrolle y mantiene la distancia adecuada entre el cristalino y la retina, para así enfocar la visión con más eficacia.
  • El sol es la principal fuente para sintetizar la vitamina D, que es también fundamental para los ojos, puesto que su déficit puede ser perjudicial para las funciones oculares.

Mujer cerrando los ojos para descansar después de mirar al ordenador

Cómo proteger los ojos del sol

Pese a los claros beneficios de la luz, también es necesario saber cómo proteger los ojos del sol con una serie de medidas que son más que razonables y fáciles de cumplir. 

  • Evitar la exposición al sol durante mucho tiempo seguido, en especial en las horas centrales del día. Aunque hay que prestar especial atención en verano, debemos ser precavidos en cualquier momento del año.
  • Utilizar gafas de sol que sean completamente seguras para así reducir considerablemente el efecto de los rayos UV que llegan a los ojos.  
  • No usar lentillas si se ha detectado cualquier anomalía o molestia, ya que el contacto y la exposición al sol pueden empeorar la posible lesión. 
  • Mantener una buena y equilibrada alimentación con la que fortalecer la vista. Son especialmente recomendables los alimentos ricos en vitamina D como naranjas, pomelos, tomates, papayas o pimientos verdes. 
  • Ser extremadamente cuidadosos con la higiene de los ojos, limpiándolos diariamente. 
  • Mantener en todo momento una buena iluminación, a ser posible natural, evitando siempre forzar la vista. 
  • Realizar descansos cuando se utilizan pantallas, que siempre tienen que estar a una buena distancia de los ojos. 
  • Acudir de forma regular a un centro óptico para que un profesional realice una revisión el estado de salud de los ojos.

Mujer en una revisión oftalmológica

 

 

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