Los 4 tipos de gafas para la presbicia

Uno de los errores de refracción más habituales en las personas a partir de los 40 o 45 años es la vista cansada. La aparición de la presbicia es inevitable, ya que es una consecuencia del envejecimiento de los ojos. No obstante, es posible llevar una vida completamente normal si se eligen las gafas de corrección adecuadas.

Las personas con presbicia tienen problemas para enfocar los objetos que están a corta distancia, por lo que tienden a alejarlos de los ojos para distinguirlos con claridad. Aunque este es un síntoma común con la hipermetropía, ambos errores de refracción tienen algunas diferencias, por lo que las gafas para corregir la presbicia tienen unas características especiales que conviene conocer para elegir de forma apropiada. 

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Actualmente existe en el mercado una amplia variedad de gafas para vista cansada que cubren todos los gustos y necesidades.

1. Gafas monofocales 

Las gafas monofocales se caracterizan por tener una sola graduación para todo el cristal, por lo que se enfoca a una sola distancia, que para la presbicia suele ser en torno a 30 o 40 centímetros. Este tipo de gafas son ideales para las personas que pasan mucho tiempo realizando actividades que requieren ver de cerca, ya que ofrecen un campo de visión completo. Eso sí, deberán quitárselas para ver correctamente cuando tengan que cambiar de distancia de enfoque.

En esta línea se pueden encontrar las gafas de lectura, pensadas precisamente para esta actividad y, por tanto, solo válidas para momentos puntuales y graduaciones determinadas, ya que están destinadas a aquellas personas con las mismas dioptrías en ambos ojos.

2. Gafas bifocales

Son gafas en las que se incluyen dos tipos de graduación: una que permite ver de cerca con nitidez y otra para cierta distancia. Por lo tanto, con las gafas bifocales se corrigen dos errores de refracción al mismo tiempo. Puesto que están preparadas para una distancia cercana muy localizada, son idóneas para posiciones fijas, que no varían en ningún momento y, por tanto, no es necesario cambiar de gafas. 

No obstante, se trata de una de las tipologías menos utilizadas hoy en día, puesto que pueden resultar incómodas al presentar dos graduaciones divididas por una línea que hace que el cambio de foco no resulte del todo natural. 

Óptica recomendando gafas para vista cansada a un hombre

3. Gafas progresivas 

Unas de las más utilizadas actualmente por las personas con presbicia son las gafas progresivas, ya que permiten ver con nitidez a diferentes distancias. La clave de su éxito es que posibilitan una visión integral y se adaptan a las necesidades de cada momento de forma natural.

La innovación en este tipo de gafas está permitiendo que cada vez se ofrezcan modelos que incluyen un campo visual mayor, una mejor definición y contraste, una menor distorsión de las imágenes y una importante disminución de la fatiga visual. 

Al ofrecer diferentes graduaciones en la misma lente, se puede utilizar para cualquier supuesto, y se adaptan a otros errores de refracción como la hipermetropía, la miopía o el astigmatismo. Esta es por tanto otra de las ventajas de las gafas multifocales: que ofrecen una mayor comodidad para el usuario. Además, si se sigue una rutina sencilla, es fácil adaptarse a las gafas progresivas

4. Gafas ocupacionales

Se caracterizan por estar fabricadas a medida, por lo que las gafas ocupacionales se adaptan perfectamente a las necesidades de cada persona. Puesto que la graduación varía levemente desde la zona inferior hasta la superior del cristal, son más efectivas que las monofocales. 

Se utilizan para garantizar la calidad de la visión a distancias que van desde los 35 centímetros hasta los dos metros. Por lo tanto, pueden utilizarse para diferentes ocupaciones y usos, sobre todo para trabajos que requieren mirar a distancias intermedias, como un ordenador, sin que existan problemas para adaptarse a ver un móvil o leer.

 

 

 

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