Miopía en niños: causas, síntomas y tratamiento

La miopía es uno de los errores de refracción que más se está detectando en los niños últimamente y que les impide ver bien de lejos y, también, a distancias intermedias. Cuando la miopía no se detecta a tiempo, puede afectar al rendimiento escolar y al comportamiento de los más pequeños en general. Este es el motivo por el que un diagnóstico precoz es de gran importancia.

Las revisiones periódicas son, por lo tanto, fundamentales en edades tempranas. Además, conocer la miopía infantil ayuda a los padres a descubrir si sus hijos presentan alguna dificultad para ver con nitidez.

Causas de la miopía infantil

Son varios los factores que explican la aparición de la miopía en la infancia, que según constató la Organización Mundial de la Salud en su primer informe mundial sobre la visión, está aumentando cada vez más en los niños de todo el mundo. Entre los más destacados se encuentran los siguientes:

  • La genética, ya que cuando alguno de los padres es miope se incrementan las posibilidades de que el niño la desarrolle.
  • El estilo de vida en el que, actualmente, prima la utilización de pantallas con las que los niños fijan la vista durante mucho tiempo a corta distancia y con iluminación artificial y relega a un segundo plano la exposición al aire libre y a la luz natural.

Síntomas de la miopía infantil

Los principales síntomas que produce la miopía en los niños son los siguientes:

    • Visión borrosa que impide que se pueda ver con nitidez la pizarra y objetos lejanos.
    • Entrecerrar los ojos continuamente para intentar ver mejor.
    • Frotarse los ojos con demasiada frecuencia.
    • Dolor de cabeza.
    • Lagrimeo constante.
    • Acercamiento a las pantallas o a los libros para ver mejor. 

Resulta fundamental prestar atención, ya que estos síntomas pueden pasar desapercibidos a los padres y los niños no siempre son conscientes de que ven mal, ya que su visión siempre ha sido así.

Niño con gafas rodeado de libros

Tratamiento y detección de la miopía infantil

La mejor forma de detectar la miopía infantil es realizar revisiones periódicas con un óptico de confianza. En la óptica se encargarán de realizar las pruebas y los test necesarios para determinar si los niños tienen este error de refracción.

Una vez que se ha diagnosticado la miopía infantil, es importante encontrar la mejor solución para su tratamiento, que dependerá de las circunstancias y de las características de cada niño. Esta corrección se puede realizar mediante el uso de gafas graduadas o de lentillas principalmente.

 

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